Qué pasará con Robinson Canó y su carrera de MLB

En 2022, el dominicano Robinson Canó ya habrá cumplido su segunda suspensión por haber violado la política antidopaje de Major League Baseball, pero no se sabe a ciencia cierta si este volverá a jugar en el “Big Show” o al menos con el uniforme de los Mets de Nueva York.

La suspensión de Canó coincidió con la llegada del nuevo dueño de la franquicia de Queens, Nueva York, el inversionista neoyorquino, Steven A. Cohen, quien está tranzado en cambiar la cara y la historia de esta organización por completo.

El segunda base veterano tendrá 39 años para esa temporada 2022 y los Metros tendrán que pagar cerca 20.9 de los 24 millones de dólares que el nativo de San Pedro de Macoris tendrá como salario para aquel año, tomando en cuenta que los Marineros de Seattle acordaron hacerse cargo de unos 3.7. De igual forma, Canó tiene contrato hasta final de 2023, para esta última temporada, la que será la de sus 40 años, los Mets igual deben pagarle 20.9 de los 24 millones que este tendrá como sueldo.

¿Pero por qué se entiende que Canó no jugará al menos no en NY?

Los Mets ahora mismo tienen en sus filas a dos jugadores relativamente jóvenes y con contrato a largo plazo, tienen al conocido Jeff McNeil, de 29 años de edad amarrado hasta 2025 y a uno más joven como Travis Blankernhorn, de 25, atado al equipo hasta 2027. McNeil no está en un buen 2021, bateando apenas .246 con 6 jonrones y 29 producidas, pero no olvidemos que en sus tres campañas previas dejó un promedio de bateo global de .319, incluyendo una campaña, la de 2019, donde bateó .318 con 23 jonrones y 75 producidas.

Si bien es cierto que estos dos no son Robinson Canó, no menos es cierto que no se sabe cómo vendrá el dominicano después de un año sin jugar al nivel de Grandes Ligas y con 39 abriles en su calendario de vida.

Otra razón para descartar a Canó de regreso a los Metros en 2022, es la presencia del puertorriqueño Javier Báez, aunque Javy será agente libre tras finalizar esta temporada, prácticamente la llegada en cambio de este vía los Cubs de Chicago, viene directamente involucrada con la figura principal del equipo, el también boricua Francisco Lindor, el jugador que mejor contrato esta franquicia jamás haya entregado y el boleto de bienvenida del nuevo dueño, el señor Cohen.

No solamente el peso de Lindor dentro de estos Metros, sino también la misma reciprocidad que hay entre ambos nativos de Puerto Rico y el deseo de ambos de jugar juntos por mucho tiempo luego de haberse enganchado el uno del otro en el Clásico Mundial de 2017. Recordemos que en una entrevista que Báez tuvo en La Mega 106.9 FM de Puerto Rico, en el programa “Molusco y los reyes de la punta” conducido principalmente por el popular actor, youtuber y comunicador puertorriqueño Jorge Pabón el “Molusco”, Báez expresó que en la agencia libre solo desistiría de jugar como torpedero si es para jugar junto a Lindor y tres días después de estas declaraciones los Metros lo adquirieron en cambio desde los Cachorros, lo que hace pensar desde ya que ese contrato nuevo en Nueva York ha de estar en camino.

Con Javier Báez en los Mets, Jeff McNiel y Travis Blankernhorn, la segunda base luce más que cubierta y no hace sentido la reincorporación de Canó en el equipo en una Liga que tampoco tiene la opción del bate designado.

¿Por qué no se ve a Canó en otro equipo de MLB?

El dominicano sí se ve dentro de las Grandes Ligas para 2022, de hecho, se ha pasado todo el año entrenando y anunció que estaría desde el primer día con su equipo de la pelota de invierno en la República Dominicana, las Estrellas Orientales, además empezando su preparación para estos fines de una manera muy temprana, pero a todo esto, siguen las dudas de cara a si lo veremos o no con algún equipo grande, tomando en cuenta que dentro de su actual organización luce incierto.

Dentro del mercado de agentes libres, aparentemente luce que hay poco que buscar en la segunda base, pero se encuentran nombres destacados como los de Chris Taylor (LAD) y César Hernández (CHW) y/o Marcus Semien, que ha estado jugando principalmente como segunda base en su primera temporada con los Blue Jays de Toronto aunque ha sido toda su carrera un torpedero, pudiera estar vendiéndose como camarero tomando en cuenta que el mercado de los paradores en corto está repleto de nombres grandes para 2022.

Jugadores que además tienen consigo la ventaja de que han jugado un 2021 saludable y todos los días, viniendo además de buenas temporadas a la individual cada uno de los tres destacados anteriormente. Sin tampoco volver a mencionar que Javier Báez estará en esta agencia libre como torpedero, pero ha dicho que jugaría la segunda solo sí es para hacerlo con Lindor en las paradas cortas, por lo que se ha establecido que su negociación para un nuevo contrato con los Mets es casi segura.

Si se plantea conseguir trabajo como bate designado, su competencia en frente a los agentes libres también es fuerte, con los dos mejores BD disponibles por esa vía, estos son J.D. Martínez (BOS) y el también dominicano Nelson Cruz (TB), además del poderoso cubano Jorge Soler (ATL), lo que también hace lucir incierto que alguien que vaya a por un designado se decante por un jugador que no vio acción por todo un año y que además tiene 39 de edad.

¿Cuáles son sus oportunidades de sí jugar de nuevo en MLB?

Que su equipo de los Mets consiga un cambio en el que asuman la mayor parte de su salario y que envíen con este un jugador lo suficiente atractivo para cargar con Canó y las incertidumbres de su juego a razón de su edad y su inactividad prolongada. También podríamos verlo en un equipo de Grandes Ligas si Javier Báez opta por irse de los Mets y estos consiguen un lanzador del relevo o de la rotación en cambio de los camareros que tienen amarrados a largo plazo lo que obligue entonces a este equipo a quedarse con el veterano de 39 años de edad como su segunda base.

Si se analiza los equipos uno por uno, es posible que se encuentre varios con la necesidad de un bate zurdo como 2B o BD, lo que no está tan claro es cuánto está dispuesto un equipo asumir de su salario, y aunque 20 y pico de millones no es mucho dinero en el béisbol de hoy, además de que el equipo que lo tome vía cambio probablemente solo tenga que pagar unos 12-15 millones, no deja de ser una cifra significativa que cualquier equipo podría estar tirando por una moneda con menos incertidumbre que la moneda de Robinson Canó.

Entonces, lque suceda en invierno, podría ser crucial para su futuro, ya nublado, en las Grandes Ligas.

Por Eliezer González

Abogado y comunicador con interés en deportes, derecho y temas varios.

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