El dominicano Sammy Sosa es ahora mismo todo un enigma, pues pocas personas pueden verle y tan siquiera tomarse una foto con él. La ausencia en los medios por parte del exjugador de los Cachorros de Chicago es evidente y notable.
Con más de 600 cuadrangular y más de 1,600 producidas en su haber, Sosa ahora se ha dedicada a los negocios y vive una vida llena de lujos y rodeado de hombres poderosos de este mundo. Sin embargo, muchas personas han querido ver al bueno de Sammy ser honrado en el Wrigley Field de Chicago, el escenario donde este forjara su leyenda como pilar del renacimiento del béisbol.
De hecho, el periodista dominicano José Luis Montilla encabezó una consigna que llegó a ser tendencia No. 1 en Twitter bajo el petitorio “Sammy Sosa Al Wrigley” a la espera de que el ex 21 de Chicago reciba honores y condecoraciones en el legendario estadio del tradicional equipo de los Cubs. Las opiniones fueron más a favor que en contra, pero las contras o críticas no se hicieron esperar.
Muchas personas empezaron a decir que Sosa no merece tal cosa por haber sido un tramposo o que por su forma de ser él mismo se ha apartado del béisbol y los homenajes posteriores. Sin embargo, consideramos que tales cosas son infundadas y que no hay una una razón con peso jurídico y justo con el que se pueda señalar a Sammy Sosa como pelotero y su vida fuera del terreno.
Sosa, lo único que ha hecho es darse su valor, no ceder ante la presión de muchos que quieren que él se culpe de algo que no hizo, además de seguir su vida en un mundo nuevo que no ha encontrado señalamientos como lo ha tenido que vivir dentro del seno del béisbol. Es por ello que entiendo, que Sammy ha tomado la decisión correcta y que instamos que no de su brazo a torcer.